Un presente para el papá de la casa

Durante la semana pasada con Dianita estuvimos preparando un trabajo manual para obsequiarle a Francisco (mi esposo), en el día del padre.
Demoramos bastante, Dianita trabajó mucho, pero el resultado fue increíble, y Francisco quedó realmente contento, pues en él pusimos imágenes de Sarah Kay, representando a cada uno de nuestros hijos.

Diana, 8 años 11 meses (La hermana mayor)

Christopher, 1 año 8 meses (mellizo nº 1)

Carolina, 1 año 8 meses (melliza nº 2, la más pequeña de la familia)

Como a Dianita le gusta mucho cuidar las plantas y el medio ambiente, buscamos un diseño en donde están los tres dedicados al cuidado del jardín.

Es un trabajo 3D, y para su confección utilizamos como base una caja de cartón, sobre la cual fuimos agregando diseños de cartón corrugado en distintos niveles de altura, finalmente, la capa más alta está confeccionada con papel vegetal.
Dianita además agregó flores al jardín, haciendo mezclas de pinturas de distintos tipos (témperas, pinturas acrílicas y nacaradas).
El resultado que obtuvimos nos dejó muy contentas, pues quedó un trabajo de colores muy vivos y con distintos niveles de profundidad.
También le obsequió una tarjeta que hizo ella en el colegio, la cual le quedó muy bonita, y muy bien decorada. Se nota su amor en su trabajo, a ella le gustan muchos las manualidades.

al interior de la tarjeta escribió un poema muy bonito, dedicado con mucho cariño a su padre.

Lo más bonito de este trabajo fue compartir con mi hija varias horas juntas para poder hacerlo, a medida que lo construíamos, iban naciendo nuevas ideas, además de varios temas de conversación que fueron surgiendo por el camino, lo que nos llevó a ser mucho más amigas que antes, nos reímos por montón, cantamos, comentabamos y también éramos una especie de cómplices en buscar algún lugar donde esconderlo, porque Dianita no quería que el papá lo viera hasta que estuviera listo.
finalmente terminamos el trabajo, Dianita se lo entregó el día domingo a nombre suyo y de sus hermanos. Para qué decir la alegría que le provocó a mi esposo este hermoso detalle de parte de sus hijos, aparte de los cariños, besos y abrazos que recibió por montón. Ahora el obsequio se encuentra adornando la pared del living de nuestra casa.